¿Votar por qué y para qué? Análisis comparativo de los costos de participación en las consultas populares en Ecuador (2018) y Bolivia (2016)
La participación se ha convertido en el último tiempo en un elemento determinante para definir la profundidad de jóvenes democracias. Recientemente, Bolivia y Ecuador (considerables como tal tras la Tercera Ola de Democratización) fueron escenario de consultas populares con propósitos diametralmente opuestos y reflejando cambios considerables en el comportamiento electoral. Se trata de las elecciones atípicas de 2018 en Ecuador y de 2016 en Bolivia, apoyadas por el oficialismo y que conducen al siguiente interrogante ¿por qué en consultas impulsadas por gobiernos estos pierden y en otras ganan? ¿Qué define que en algunos contextos prime la política del escepticismo (Susan Stokes) y en otros que la ciudadanía decida participar, aun cuando los costos de la misma pueden ser altos? La idea de la ponencia consiste en entender mejor la manera en que en algunos contextos el electorado decide desafiar al establecimiento y en otros prefiere apoyar al oficialismo. Para ello se basa en los conceptos de Susan Stokes y Erdem Aytac, sobre los costos de la participación y la política del escepticismo. El interés reside en explorar el significado que han empezado a adquirir en los últimos años las consultas populares como un espacio, ya no de imposición de una mayoría, sino como un escenario complejo de deliberación que desafía la idea de que existe un juego de suma cero tal como lo planteaba Giovanni Sartori, para quien las consultas suponían una victoria y perdida absolutas. En lugar de significar la posibilidad de lo que Alexis de Tocqueville llamaría “tiranía de la mayoría”, en determinados escenarios tales consultas pueden servir para corregir serias transgresiones al Estado de derecho y al proceso de democratización. El texto revisará a través de un análisis cuantitativo y cualitativo la relación entre dos variables de forma comparativa; se trata de un lado, del comportamiento electoral y de otro, los costos de la participación. Se apela al método de Arend Lijphart que busca delimitar las variables cuando se tiene un número de casos pequeño. Se espera poder aportar a la compresión del comportamiento electoral en función de la variación de los costos de la participación.