Destitución Presidencial y Disolución Parlamentaria en Ecuador. ¿Equilibrio de poder o coerción para la gobernabilidad?

Los cambios no institucionalizados en Ecuador, cuatro casos durante 1995-2005, culminaron con defenestraciones de las primeras dignidades del país, casos que grafican las complejas relaciones entre Legislativo y Ejecutivo. Como emergente salida, los Constituyentes de Montecristi optaron por la novedosa institución jurídica de la muerte cruzada que establece la posibilidad recíproca tanto del Ejecutivo como del Legislativo de destituir al Presidente de la República y disolver a la Asamblea Nacional, siempre y cuando se respete el contenido normativo previsto en los artículos 130 y 148 de la Constitución. En mi libro “La Muerte Cruzada en el nuevo texto constitucional, Relaciones Ejecutivo-Legislativo”, abordo esta figura jurídica propia de los sistemas de gobierno parlamentarios e insertada en el ordenamiento jurídico ecuatoriano a partir de la Constitución de 2008, cuyo propósito como lo anticipó Montesquieu es constituirse en una herramienta para condicionar y/o frenar los excesos u omisiones en que pueda incurrir las funciones ejecutiva o legislativa en el ejercicio del poder público. Ricardo Guastini llamó división del poder a la técnica de organización constitucional conocida comúnmente como los checks and balances: frenos (o controles) y contrapesos. Este modelo de organización se refiere a la especialización plena y total de la función ejecutiva y de la función legislativa, como la independencia recíproca de las dos. El modelo de división del poder se rige por la simple idea de Montesquieu, según la cual sólo el poder frena al poder. En otras palabras, para evitar que los diversos órganos del Estado abusen de las competencias conferidas a ellos es necesario que los poderes estén perfectamente separados, pero además que a cada poder se contraponga otro, capaz de condicionarlo y de frenarlo. La Muerte Cruzada, susceptible de ser analizada como un mecanismo de balance de poder, desde los checks and balances del sistema presidencialista norteamericano sirven para que haya contrapeso entre los poderes parlamentario y presidencial; pretende que su sola amenaza de ser puesta en marcha funcione como un disuasivo y evitar escalamiento de conflictos entre las funciones, pues supone una suerte de “homicidio-suicidio” entre los dos poderes, matar a uno significa la muerte del otro

Monica Banegas Cedillo /Haciendo Ecuador