El reconocimiento de los Pueblos Originarios. Una deuda constitucional

La actual Constitución en Chile se elaboró en dictadura. Eso ha provocado que desde el regreso de la democracia se haya buscado eliminar aquellos amarres constitucionales que limitan la verdadera instalación de una democracia que busca ser reconocida como moderna y respetuosa a plenitud de los derechos humanos. Al respecto, y en un intento por corregir estas desviaciones, el año 2016 se inició en Chile un proceso político destinado a materializar un nuevo texto constitucional y en donde uno de los puntos más relevantes era el relacionado con el reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas. Sin embargo, y en virtud de la incompetencia y mala fe del gobierno de turno, el proceso de reforma constitucional no finalizó, lo que llevó -entre otros- a postergar el reconocimiento a los pueblos indígenas que la ciudadanía reclamaba. Actualmente, y en un contexto de cambio de gobierno, las nuevas autoridades siguen invisibilizado este sentir ciudadano, estableciéndose en la actualidad una relación con el pueblo mapuche que lleva a configurarle -y de manera tácita- como un colectivo enemigo del Estado. Así entonces, la comunicación no sólo explicará la coyuntura política asociada a la relación Estado-pueblo mapuche, sino también explicará las razones por las que el no reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas no sólo es una forma de materializar una política de homogenización identitaria asociada a la idea de ser “chileno” sino también es el principal factor condicionante al carácter democrático del Estado de Chile.

Pedro Díaz Polanco /Universidad Austral de Chile