Estados Divididos, Un Solo Territorio: Legitimidad Política y Violencia en Colombia.
La fragmentación social y política del Estado colombiano es producto de una crisis de legitimidad que se ha reproducido históricamente desde la formación del Estado. La violencia es una constante en la historia colombiana que es generada por las fuerzas armadas y los grupos disidentes, lo que ocasiona la deslegitimación y relegitimación del Estado colombiano, en una interminable disputa entre muchos por el poder político y económico del territorio. Resulta paradójico pensar en Colombia como un país democráticamente estable, y al mismo tiempo uno de los más violentos de Latinoamérica, es por lo anterior que es necesario realizar un análisis de la violencia en Colombia desde el concepto de legitimidad, vislumbrando así la relación entre soberanía, legitimidad (deslegitimidad y relegitimidad) y violencia. La incompatibilidad entre el discurso y las acciones legitimantes en Colombia, con los intereses y necesidades de la sociedad, que además está fragmentada y polarizada, genera caos y sublevación, dado que los actores que no dan cuenta del discurso y las acciones legitimadoras del Estado, buscan visibilizarse para generar mejores condiciones. En este artículo se pretende analizar de manera crítica, la relación entre violencia y legitimidad política en Colombia, con el fin de comprender más a fondo las relaciones de poder entre las diferentes posturas de actores armados y el Estado colombiano. Con el caso concreto de los procesos de paz entre el Estado y el ELN (Ejército de Liberación Nacional), durante el gobierno de Juan Manuel Santos e inicios del gobierno de Iván Duque; se pretende evidenciar que en cada acto del Estado deslegitimado, hay un patrón que se repite constantemente en la historia del país, donde la violencia y los grupos al margen de la ley, pueden ser legitimados en igual medida por los ciudadanos, debido a una mayor afinidad y/o implementación de la fuerza de estos en sus acciones y sus discursos políticos.