Mirada transnacional del migrante del siglo XXI en América Latina.
Con las grandes oleadas de migrantes en el siglo XXI se desatan en el mundo fenómenos emergentes como procesos de aculturación que inquietan a las sociedades en el orden de la migración interna y externa. Es así que, en este ejercicio de reflexión se tiene como objetivo estructurar cuál es la posición del migrante latinoamericano en esta era; ocupando como metodología la revisión y contrastación de distintas posturas y teorías. Se inicia entonces con una somera exploración por las condiciones migratorias en el siglo pasado en Latinoamérica, con el fin de reconocer las convergencias y divergencias actuales que marcan ciertos patrones enfocados en la supervivencia que caracteriza a dichas poblaciones. Para ello, el análisis que se genera aborda la posición de la OIM, Organización Internacional para las Migraciones, la ACNUR, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados; y la ONU, Organización de las Naciones Unidas, como entes encargados de atender el fenómeno en el carácter formal y político con la protección, asilo y refugio humanitario. Sin embargo, se reconoce el apoyo de otras organizaciones altruistas que han contribuido con humanidad y filantropía a la atención de las diásporas. También, se ahonda en cómo los procesos de aculturación interfieren en las prácticas ideológicas –políticas, religiosas, culturales, laborales, educativas, sanitarias, entre otras– de los migrantes; ocasionando algunas brechas culturales que revelan la necesidad de ampliar procesos interculturales de inclusión y diversidad. Además, se hace referencia a las redes migratorias como una de las categorías de la migración, que con su énfasis sobre rutas y tejidos humanos, se puede contrastar con la teoría de los “Seis grados de separación” del sociólogo Duncan Watts, la cual subraya cómo las interrelaciones humanas permiten crear diversas interacciones sociales a nivel global. Y para finalizar se realizan algunas aproximaciones para abordar los desafíos de la migración en función de la agenda 2030 y los ODS, Objetivos del Desarrollo Sostenible, viendo este fenómeno como una área de oportunidad para el crecimiento social.