El papel de China en el multilateralismo y el resurgimiento de los nacionalismos
Desde la entrada de los Estados Unidos de América a la primera y segunda guerra mundial, dicho país se convirtió en un jugador indispensable para el equilibrio mundial de poderes. Las potencias globales que surgieron del último conflicto armado mundial convirtieron su competencia en una encarnizada lucha entre dos polos opuestos que terminó construyendo instituciones que al día de hoy perduran, en parte, y que han sido ejemplo para otras tantas que han surgido después con una clara consigna por la cooperación y el multilateralismo. Sin embargo, con el resurgimiento de los nacionalismos en varios países del mundo, es esperable que las instituciones del juego de poderes global se pongan en riesgo. Ya que dependen de la voluntad de las partes para comprometerse y someterse al mandato de un cuerpo que puede llegar a convertirse en una entidad supranacional. Ante este nuevo escenario, China se posicionado no solamente como potencia económica, sino también en política, estableciendo acuerdos comerciales con sus vecinos continentales y posicionándose como factor de certeza en órganos multilaterales (Ramírez Bonilla, 2014). Y pareciera ser que, ante la intención de un Estados Unidos comandado ahora por un Presidente de corte nacionalista y aislacionista como Donald Trump, la China de Xi Jinping está dispuesta a llenar el espacio que las otras potencias dejen vacío.