Estado, población civil y actores armados en la reconfiguración de los órdenes sociales en zonas de conflicto
¿Cómo un concepto clásico, que ha sido entendido predominantemente desde la Sociología y la Ciencia Política de forma dogmática como el de orden, sirve para aproximarse a la comprensión de los conflictos y las violencias en países como Colombia y, en consecuencia, al entendimiento de los retos que traen los procesos de posconflicto y construcción de paz? Si bien existe la idea generalizada de que cuando hay guerras y violencias el único resultado posible es la anarquía y el desorden, diversos autores han demostrado que en medio de estos contextos complejos, la política, las actividades económicas y las relaciones sociales no se eliminan sino que se transforman, es decir, que incluso hasta en los territorios más violentos, inhóspitos y aparentemente desprovistos de autoridad (como la que se supone debería encarnar el Estado), se configuran patrones estables de regulación. García (2011), apoyada en Kalyvas (2008), sugiere que la violencia –entendida como un proceso social– “opera con relación al orden social en dos direcciones, pues puede tanto desafiar como construir orden” (p. 60). En este sentido, evidencia una demarcación muy nítida entre dos maneras de concebir esa relación: “una cosa es pensar el orden como resultado del control de la violencia y otra es pensar la posibilidad de un orden en y por la violencia” (García, 2011, p. 63). Preguntarse por los órdenes en y por la violencia, equivale a indagar por la complejidad de las interacciones entre el Estado, los actores armados y las poblaciones civiles en zonas de conflictos y guerras. Estas cuestiones han sido abordadas teórica y empíricamente de forma explícita para el caso colombiano por los dos grupos de autores que se confrontan en esta ponencia: Arjona (2017, 2016, 2014, 2012 y 2008) y García, Guzmán, Aramburo, Rodríguez y Domínguez (2014a y 2014b), quienes a través del concepto de orden social y la teorización de una tipología del mismo, se han acercado al entendimiento de cómo se vivió la guerra en Colombia y en qué medida dicha experiencia fue diferente entre territorios y poblaciones, elementos fundamentales a la hora de identificar los retos que trae el posconflicto y responder a ellos.