Cambio político y viejas élites: la erosión del sistema de partidos en Colima en la elección del 2018
El proceso electoral del 2018 reconfiguró el tablero del poder político en México. La coalición política liderada por Andrés Manuel López Obrador, obtuvo más del 53% de la votación para presidente de la República y se convirtió en primera fuerza en el poder legislativo. El escenario local no fue ajeno a esta mayoría electoral: la alianza impulsada por Morena obtuvo mayoría en casi la mitad de los congresos que se renovaron el 2 de julio. Tres años atrás, la incursión de Morena no representó un desafío significativo a la competencia en el sistema de partidos. En al menos doce entidades federativas, la competitividad de Morena fue mínima y nula. Este es el caso de Colima, donde el nobel partido político no obtuvo más del 3% de la votación en las elecciones locales del 2015, pero tres años después, capturó casi dos cuartas partes del electorado, rompiendo un sistema bipartidista que estuvo vigente por veinte años. ¿Cómo explicar el súbito incremento en la competitividad electoral de este nuevo partido, en el ámbito local? En este trabajo se analizan factores tanto nacionales como de la política local, que incidieron el súbito aumento de la competitividad de Morena, y el aparente quiebre del sistema de partidos. A través de la elección distrital local en el estado de Colima, se realiza un análisis cuantitativo de los factores determinantes en el voto por la coalición de Morena, donde se encuentra una fuerte relación del voto presidencial. Para explicar el giro en las preferencias de los votantes, se analizan el reclutamiento de los candidatos y brokers o movilizadores, a través de la tensión entre identidad y estrategia partidista. La tensión entre estas categorías analíticas, sugiere que el cambio político local está relacionado con un proceso de renovación y continuidad de élites locales, así como un desplazamiento y desactivación de las estructuras de movilización electoral existentes.