Invitación a la multidisciplinariedad: Las emociones desde el psicoanálisis como una apuesta explicativa del comportamiento electoral
Los estudios actuales sobre el comportamiento electoral han puesto una marcada atención en el papel de la emoción en la política. Una de las principales teorías al respecto es aquella sobre la “inteligencia afectiva” donde de la mano de la neurociencia, se concluye que las emociones conducen a la acción, y a la tomar decisiones racionales. Ahora bien, esto que las personas sienten, está determinado según la psicología social por la forma como los individuos perciben su entorno, su cultura, sus tradiciones, hecho que, al mismo tiempo, general que la comunicación política se piense la posibilidad de crear estrategias para movilizar emociones y así fijar una elección. De esta manera, determinar cuáles son los sentimientos que tiene las personas hacia un candidato y un partido, son cruciales a la hora de hacer predicciones electorales y analiza la tendencia de voto, hecho que se puede lograr a través del análisis estadístico en contraste con las diferentes teorías alrededor del comportamiento electoral. En este sentido, existe una correspondencia muy cercana entre la neurociencia y la psicología social, pues mientras la primera sitúa las emociones como motor del pensamiento y complemento de la razón, la otra, intenta explicar ese comportamiento emocional desde la relación con la sociedad y nuestra forma de encuentro con ella. Sin embargo, ¿se puede desde ahí explicar el comportamiento político en su totalidad? qué pasa cuando las encuestas fallan, y las variables emocionales analizadas no funcionan para explicar la elección política, o incluso cuando estas (Las emociones) pueden predecir el voto, pero no permiten explicar por qué los votantes eligen candidatos que les hacen sentir determinada emoción, aun yendo sus acciones y propuestas políticas contravía de los intereses los mismos electores. El presente trabajo , tomando como referencia la tendencia actual al retorno de gobiernos de derecha en Europa y América, pretende plantear que, en estos casos, se hace necesario comprender las emociones desde una perspectiva diferente a la que sostiene estas solo como variables estadística, y que desde una perspectiva multidisciplinar el psicoanálisis pueda aportar y complementar la comprensión de fenómenos que salen del espectro neuronal y psico-social.