El Escandalo de los Falsos Positivos : Buscando Patrones de Violencia Política en la Historia de Colombia

El objetivo de este artículo es hacer un análisis político historico del llamado “Escándalo de los Falsos Positivos” en Colombia,que fue revelado entre 2008 y 2009. Tal escándalo consistió en ejecuciones extrajudiciales de supuestos guerrilleros que más tarde descubrieron se tratar de personas inocentes de grupos marginados de la sociedad, como indígenas, campesinos, líderes comunitarios, indigentes, dependientes químicos y incluso discapacitados físicos y mentales. La idea, por lo tanto, es identificar en la história de Colombia patrones de violencia política en la cual, las principales víctimas son “los indeseables”, cuyas familias supuestamente no tendrían recursos para buscar justicia, y así fue llevada a cabo una especie de “limpieza social” que tampoco es inédita en el país. En el caso específico de los falsos positivos, las ejecuciones ocurrieron porque los militares sufrian presiones por parte del gobierno para que presentaran resultados concretos a riesgo de que se les impidiera llevar a cabo nuevas operaciones. Además, el gobierno ofrecia 4 millones de pesos por cada guerrillero muerto. Así, en una manipulación cruel y siniestra, muchos militares pasaron a inflar el número de bajas impuestas al enemigo, matando civiles inocentes que luego eran vestidos como guerrilleros. Inmediatamente, convocaban a la prensa para registrar “una victoria más del gobierno”. La farsa que favorecía a los militares y aumentaba la popularidad del gobierno empezó a ser desenmascarada con las notícias de las muertes de dezenueve jóvenes en Soacha y en Ciudad Bolívar, la comuna más grande de la capital. Tales jóvenes fueron atraídos por los militares bajo promesas de empleo en el interior del país, pero eran llevados a regiones dominadas por la guerrilla, donde terminaron siendo ejecutados. Después del caso de Soacha, surgieron muchas más denúncias de sucesos similares por todo el país. El escándalo tuvo gran repercusión internacional y el Estado Colombiano recibió la condena abierta de la ONU, de Human Rights Watch y de la Amnistía Internacional.

Andrew Patrick Traumann /Centro Universitario Curitiba (UNICURITIBA)