Corrupción, participación e institucionalidad en el sector de los hidrocarburos en Bolivia y Perú

En los años más recientes empezó el debate sobre el impacto de las políticas del llamado “giro a la izquierda latinoamericano”. Los críticos se enfocan en la aparente falta de transparencia y la limitación a la participación social en la gestión pública. Sin embargo, el presente documento pone en evidencia que 1) la corrupción no es un síntoma propio de gobiernos que orientaron su política hacia la izquierda; 2) que los gobiernos de izquierda, al contrario de lo que se piensa, más bien, alentaron políticas de mayor participación social y transparencia institucional, aunque tienen retos pendientes por mejorar. Para demostrar esas afirmaciones se realizará un estudio comparado de dos casos diferentes: Bolivia y Perú. Desde el 2006 y por espacio de una década, en el primero hubo una predominancia de políticas orientadas por la izquierda, donde el Estado tenía una mayor presencia en la toma de decisiones y control sobre los recursos naturales. En cambio, en el segundo, desde el 2001 hasta el 2011, las políticas fueron orientadas exclusivamente por el mercado. Para realizar este análisis se trabajará con el sector de los hidrocarburos, porque por las características de esta industria, demanda grandes capitales de inversión, relaciones internas y externas y una gran dinámica de intereses entre distintos actores (gubernamentales, empresariales, sociales, etc.), que se mueven según sus propios fines. Por esta razón, éste es un sector de la economía que podría dar lugar a actos movidos al margen de la ley y la corrupción, y además, limitar la participación o la acción de otros actores involucrados. En ese sentido, el análisis neoinstitucional de los instrumentos del Estado se constituye en el marco que permite dar cuenta de los avances en términos de innovación institucional realizados en Bolivia y Perú en los periodos de estudio. Pero es importante comprender esto en términos de procesos. Por esto, el estudio se complementará con el método de seguimiento del proceso (process tracing).

Susan Velasco Portillo /FLACSO Ecuador