Explicando la formación y el éxito electoral de las coaliciones electorales para la elección de diputados locales en México (2000-2016)
En los países federales de América Latina, las arenas estatales y locales se han vuelto más atractivas durante las últimas décadas como resultado de la descentralización, incrementando los incentivos que tienen los partidos políticos para competir en escenarios multinivel (Freidenberg y Suárez-Cao 2014). En este contexto, la formación de coaliciones electorales surgió como una estrategia utilizada por las fuerzas políticas para incrementar sus posibilidades triunfo (Carreirão y Nascimento 2010; Cruz 2014; Méndez De Hoyos 2012; Reynoso 2011). Sin embargo, su estudio es todavía incipiente en la región. En el caso de México, los trabajos se han concentrado en elecciones presidenciales, de diputados federales o de gobernadores. Sorprendentemente, nada se ha dicho respecto al uso de coaliciones electorales para elecciones de diputados locales, asumiendo convergencia en la estrategia. En trabajos anteriores hemos aportado evidencia que confirma que los partidos no sólo forman coaliciones diferentes en distintos estados y a través del tiempo, sino que también eligen distintos aliados en un mismo estado y en una misma elección (Devoto y Olmeda 2017), y que el éxito de las coaliciones en términos electorales no garantiza su continuidad (Olmeda y Devoto 2019). A partir de un análisis basado en la creación de una base de datos original que considera 184 elecciones de diputados locales durante el periodo 2000-2016 (3,962 observaciones), nos proponemos realizar un análisis estadístico que nos permita identificar qué lleva a los partidos a competir coaligados y/o en solitario, y qué factores inciden en el éxito electoral que alcanzan los partidos al competir en alianza respecto a lo que sucede cuando compiten en solitario.