Derecho y Democracia. La formación en derecho y sus implicaciones en la estabilidad de las democracias

El análisis comparado de la formación de los juristas y abogados en México y otros países es todavía escaso pero sustancioso, algunos estudios realizados desde la academia mexicana han tratado de responder una pregunta recurrente: ¿Cuántos abogados necesita la democracia? . Si la carrera de derecho y sus similares es la que más demanda tiene entre las carreras de las áreas sociales ¿porqué existe un bajo apego a los estándares de estado de Derecho en México y la región? ¿En qué medida el alto ingreso y egreso de abogados contribuye a mejorar o no la calidad de la democracia en un país? Estas preguntas se han tratado de responder desde al menos tres vertientes: (a) los mismos estudiosos del derecho como Menkel-Meadow han tratado de encontrar en qué medida la formación del derecho impacta el discurso democrático y las prácticas apegadas al estado de derecho en las instituciones públicas; (b) el alto número de egresados se ha convertido en una preocupación por las distorsiones que puede generar en el mercado laboral, no solo privado, sino en las prácticas del sector público principalmente en las instituciones judiciales como lo ha mostrado la propuesta de Magee al considerar que debiera existir una estimación que reduzca el ingreso e impacte el egreso; y (c) las escuelas de derecho y por lo tanto los egresados pueden impactar la calidad de una democracia en su dimensión “estado de derecho” en la medida que sus currículas forman a los futuros impartidores de justicia sobre todo en aquellos países con bajo apego al rule of law. La hipótesis de la investigación deriva de un supuesto general: en México y en América Latina la carrera de derecho se encuentra entre las tres carreras con mayor demanda anual a las universidades, ello implica que la relación abogados y población es muy alta en relación a la demandas sociales. Empero, ello no implica que exista un mayor apego al estado de derecho. Es decir, así como se ha encontrado que existe una relación positiva entre una adecuada distribución de médicos (otra profesión con alta demanda relativa) y la calidad de los servicios de salud, se esperaría una relación similar con la carrera de derecho. Así, la hipótesis general es “mayor número de egresados de la carrera de derecho no implica una mejor calidad de la democracia en la dimensión estado de derecho”. La pregunta general ¿En qué medida el alto ingreso y egreso de abogados contribuye a mejorar o no la calidad de la democracia en un país?.

Fernando Barrientos Del Monte /Universidad de Guanajuato